Los Enemigos

“Que no Acabe la Revuelta”

 

La velada se presentaba prometedora, Los Enemigos en Murcia, cerrando ya lo que se ha conocido como “La Revuelta Enemiga” que dura ya más de un año. No sabemos si es un adiós definitivo u otro stand by, lo único que esperamos es que se trate sólo de un pequeño descanso (esperemos que corto) y su vuelta sea más pronto que tarde, y por qué no, con nuevo material a sus espaldas.
Como aún era temprano decidimos tomar unas cervezas en el kiosco frente al recinto, que la verdad estaba lleno (se notan las noches de concierto), sentados en su terraza veíamos la gente haciendo tiempo para entrar al auditorio, y todos coincidíamos en una cosa, “Gusta ver cómo gente, con unos cuantos años ya aún siguen moviéndose para asistir a conciertos, algo que entendemos que cuesta cada vez más, no sólo por la situación económica, sino por la situación familiar de cada uno.

EL BUENO, EL FEO Y EL MENA

Eran las 9:30 cuando empezaron a sonar los primeros acordes de éste grupo, como nos suele pasar nos pilló “despistados” (no estamos acostumbrados por éstos lares a la puntualidad), pero apuramos nuestras botellas y entramos raudos.
No conocíamos al grupo, lo podríamos catalogar como rock & roll, una buena banda para abrir boca, melódico, cantando en inglés, podríamos decir que “interesante”, aunque lo poco que investigamos antes de acudir al concierto nos parecía más “cañero”, la escusa perfecta para invitar a la gente a ir tomando posiciones.

Lo anecdótico también de éste terceto (como su nombre deja entrever) es que son multiinstrumentistas el bajo aparecía a los teclados a mitad de actuación, para acabar con un batería tocando el ukelele (o similar), dándole al final de la actuación cierto aire sureño. Otra curiosidad fue, la aparentemente no escrita ley de: no acercarse a las primeras filas durante la actuación del grupo telonero (y reconozco que nosotros también lo hicimos). Porque los primeros espectadores aparecían a más de tres metros de la valla, y esto es algo que debemos cambiar, sobre todo porque es de entender que cunda el desánimo encima de las tablas (aunque en ésta ocasión no fue el caso).

LOS MARAÑONES

Tras los cambios oportunos encima del escenario y alrededor de las 22:20 entran en cartel Los Marañones. Un grupo murciano con más de 30 años de historia que son toda una institución en Murcia con Miguel Bañón al frente haciéndose cargo de la voz. La verdad, no entiendo cómo no llegaron a conseguir el éxito que lograron otros grupos como M-Clan.

Parecía que lo noche iba de instrumentos, pues tras empezar con una armónica, apareció en escena de nuevo y ukelele para aprovechar el sonido que proporciona éste “aparatejo”. No todo iba a ser de su último trabajo “Historias sin principio ni final”, sino que como es natural también se dejaron caer temas como “Saluda al tren”.

Los temas se sucedían con un halo de rock & roll que envolvían una noche que presagiaba que la cosa no podía ir sino a mejor, teniendo momentos como ellos mismos decían: “para los nostálgicos”, como “La memoria del Extranjero”, para ir acabando como se deja claro en el título con “El Final”. Hay que destacar que el sonido fue muy, muy bueno (me di cuenta hasta yo, que soy muy poco purista en esos temas, je, je, je).

LOS ENEMIGOS

Los momentos previos al comienzo de la actuación, no dejábamos de ver la emoción entre los asistentes, y claro, como no ibas a entablar conversación con algunos de ellos, y la verdad había historias dignas de mención. Algunas de ellas, como el par de amigos (de Alicante y Barcelona), ha habían quedado para ir a ver a la familia a Cartagena y aprovechar para ir juntos al concierto. O la gente que vimos de Almería o Jaén que habían ido expresamente al concierto. La verdad es que esas historias te hacen recordar la cantidad de kilómetros que hemos hecho para disfrutar de lo que nos gusta.

Eran alrededor de las 23:30 cuando, y tras una breve presentación (realizada por Ángel Sopena organizador del Lemon Pop) salen a escena Los Enemigos, el momento más esperado por el público. Lo hacen con su intro instrumental habitual, para seguir con “Paracaídas”. Desde el principio, y como venía ocurriendo toda la noche, el sonido era muy claro, algo que se agradece para poder percibir ese toque en las letras que tienen los de Josele y Cía.

El público estaba entregado, poco después cayeron “Me sobra Carnaval” seguida de ese guiño a Serrat con “Señora”, una versión que incluyen en sus conciertos desde hace muchos años (aún recuerdo ese amanecer en el “Menorrock” de finales de los ’90). La complicidad en las tablas seguía siendo sensible (aunque no se caracterizan por carreras sobre ellas, je, je, je), pero era algo que se siente y el público lo agradece.

Los temas se sucedían sonando grandes piezas como “Desde el Jergón”, “Brindis” o “La Otra Orilla”, hasta llegar a un momento en el que parecía un rock o incluso heavy (quién lo diría) con el tema “Dentro”. Llega el turno de poner a prueba la voz de Fino, con “No se lo Cuentes”, y escribiendo esto recuerdo aquellas ocasiones en las que prácticamente era la voz de éste la única que se entendía en los conciertos. Pero esto que digo es historia, y ahora la historia de Los Enemigos se escribe con mayúsculas. Como muestra después Josele se encargó de dedicar el siguiente tema a los chavalines, y entonces se dejó caer “La Cuenta Atrás”, canción que a mi siempre me recuerda a “Como cada Noche” de Los Suaves, y más concretamente al fragmento: Como cada noche, un niño nació y su nombre es... ¿qué importa? Y al ver la luz lloró pues sabe lo que le espera.

Pero dejemos mi “diarrea mental” y ese “a qué me recuerda qué” y seguimos “Septiembre” y “John Wayne”, para llegar al primer bis de la noche. Todavía faltaban muchas coplas por sonar, y eso el gente lo sabía (ya no somos tan críos, je, je), así que tampoco se hicieron mucho de esperar para volver con “Soy un ser Humano” o el sempiterno “Todo a 100”, momento en el que todo el mundo empezó a cantar, ya podías ser más o menos fan, pero había algo en el ambiente que animaba a ello, si se notaba en el escenario era de esperar que se extendiera a todos los rincones del auditorio, y ese fue el momento en el que nadie ya podía dejar de caer rendido ante lo que estaba presenciando.

Pero eso no era todo, aún había más, era el turno de un segundo bis para dar por terminado el show con “Quillo”, quién sabe igual en clara referencia a su letra (en su estribillo se dice “he vuelto a nacer”), para dejarnos claro que han vuelto, esperemos que para quedarse (como he indicado anteriormente), y dando todo por concluido con un agradecimiento al público indicando que “la revuelta ha merecido la pena”, acompañadas de unas reverencias antes la boca abierta de los asistentes.

EPÍLOGO

Es indescriptible la sensación que se queda después de asistir a un concierto como éste, nunca me han hecho mucha gracia las reuniones, porque casi siempre suelen ser muy flojas (se pueden contar con una mano las que realmente han merecido la pena), pero en ésta ocasión, y no me cansaré de decirlo es la mejor que he vivido hasta ahora, a pesar de, cómo la banda misma confirmó en alguna entrevista, que el dinero tuvo mucho que ver, se aprecia que entre ellos aún hay ese algo que hace que una banda sea una BANDA.

Recordando además todos mis buenos momentos, y también malos (y no sólo por mi parte), en los conciertos de Los Enemigos hacen que les tenga un cariño especial (aún conservo aquella camiseta de radio 3 de “Fluido Rosa” promocional o ese libro con su biografía que tras participar en Disco Grande de Radio 3 y responder a una pregunta que me hizo Josele, y más recientemente esa “expedición” en forma de viaje interminable que llevamos a cabo el año pasado para ver la revuelta en Albacete (puedes verlo aquí). En fin, vuelvo a las batallitas, pero al fin y al cabo es lo que queda ahí.

Os dejamos con alguna fotos mas:

 

 

* RECUERDA!!! Para ver las fotos en grande sólo hay que pulsar sobre cualkiera de ellas

 

Texto y fotos: Joakin y Puri