“LAS BELLAS Y EL BESTIA”
El 10 de mayo el Capitán Entresijos eligió la sala Rock Palace para acometer su último concierto antes de entrar en el estudio para grabar su próximo trabajo, “Entre hembras”, título que hace referencia la última formación de la banda, con dos zagalas flanqueando al destinado a ser descubierto póstumamente y hacer ricos a sus herederos, como Van Gogh, pero en el rock. En la velada se interpretaron temas que nunca antes habían sido tocados en público…
Antes de adentrarme en la sala me encontré en el bar con el artistazo que hoy nos ocupa tomando carajillos junto a una de las componentes de su grupo. En escasas ocasiones había visto a alguien bebiendo carajillos, y definitivamente nunca se lo había visto hacer a nadie a las once y media de la noche. Tal vez sea típico de San Blas, de donde proviene nuestro amigo, o tal vez sea lo más normal del mundo y suceda que yo sea un pijo con pintas, en cualquier caso el peculiar rito se ajusta perfectamente a lo que uno se puede esperar del Capitán escuchando sus canciones.
Cuando entramos en el Rock Palace ya habían empezado tocar las Pitu Kaleya, que alguien (¿digo quién, no lo digo..?) definió con precisión quirúrgica como “punk patatero de tías”, lo cual no es en absoluto un demérito (tampoco se dijo con intención ofensiva), a no ser que odies a Las Vulpess. Las cuatro integrantes eran muy jóvenes, y petaron la sala con sus colegas del insti, lo que sumado a la precaria iluminación del escenario me impidieron efectuar fotos potables del evento. Tal vez merezcan una crónica decente en el futuro, cuando ya hayan cogido más tablas.
Centrémonos pues en el Capitán Entresijos. Estoy tan acostumbrado a su propuesta que he estado a punto de atacar la crónica sin mencionar el hecho de que entre las diferentes formaciones del Capitán nunca (o de manera muy excepcional) se ha incluido guitarrista. Básicamente el grupo consiste en él solo tocando el bajo alternando pasajes sin distorsión con pasajes de distorsión y rabia extremas, sobre los que canta sonetos existencialistas de una increíble crudeza protagonizadas por perdedores, seres alienados y atrapados tratando de encontrar el sentido de la vida, una salida, sin éxito. La cosa ha dado de sí más de lo que se pudiera pensar, y tras muchas formaciones, hoy el Capitán,
Pero si esto fuera todo el Capitán sería uno más del montón, lo que realmente le hace excepcional es su desempeño en directo, donde es una bomba que te puede llevar por delante… literalmente, ya que uno de sus números favoritos es bajar al foso a empujarse con el público mientras continúa tocando. Otra de sus gags más celebrados es el de subirse al ampli y bajarse de un salto, todo sin dejar de ejecutar solos trepidantes. En cualquier caso no para quieto. Gema tocando la batería es un torbellino, y Carolina, aunque más estática, posee un carisma que sólo es capaz de superar el propio Capitán, pese a lo cual de alguna manera consigue atraer más miradas que este. Y eso que el Capitán llevaba un traje de terciopelo rojo con chorreras, pero bueno, eso es recatado en comparación a su estilo habitual (suele llevar pelucas o gorros de natación, cuando no va desnudo).
Al comienzo del concierto hubo unos pequeños problemas técnicos, básicamente habían dejado el timbal en un equilibrio bastante precario, lo que unido a la potencia con la que toca Gema acabase por perderlo del todo, por lo que alguien del público tuvo que ir a sostenerlo durante la segunda canción. A un artista con menos tablas esto le habría supuesto un problema, no así al Capitán, que aprovecho el periodo en que se intentaba solventar el problema improvisando un par de temas de su primera época, cuando tocaba el solo con el bajo, sin batería ni pollas, “Tratando de Encontrar el Sentido de la Vida” y “Con la Pasta en la Mano”, algo que los fans agradecimos sobremanera, ya que otra de las características del Capitán Entresijos es que va sacando del repertorio los temas antiguos según va componiendo temas nuevos, así que este incidente nos hizo sentirnos unos privilegiados.
La velada siguió con los temas inéditos que a estas alturas ya estará grabado, y que ya comentaremos cuando salga publicado (sinceramente, no me acuerdo de que iban los temas nuevos). Eso sí, destacar por encima de todos “La Cosa del Pantano”, una nueva vuelta de tuerca a la forma de componer del Capitán, y es que se trata de un tema épico de… ¡15 minutos! Bueno, no creo que durase tanto, aunque el Capitán así lo describió, comparándolo con las grandes composiciones clásicas de los Iron Maiden como “The Rime of the Anciente Mariner” o “Alexander the Great”. En mi humilde opinión el Capitán les da pal pelo a los Iron Maiden, por lo menos comparado con cualquier cosa que hayan hecho desde que volvió Bruce Dickinson.
El concierto acabó sin más incidentes dignos de mención, junto a las canciones inéditas se fueron sucediendo canciones que también aparecerán en el próximo disco pero que ya son clásicos antes de su publicación, como “Chichi Rodríguez”, “Abrazando el Metal” o la vibrante “5 días de castigo”, acojonante.
Y la fiesta no acabó ahí, tras el concierto el Capitán desempolvó su valiosa colección de vinilos para pinchar en la mejor y más original sesión que haya disfrutado un servidor, de rock exclusivamente en castellano, desde Banzai a Ulan Bator Trío, pasando por Mermelada, Desechables, Último Resorte, la Orquesta Mondragón, el (no tan) Fabuloso Combo Espectro, y un largo etcétera, incluyendo un montón de grupos que no había escuchado en mi puta vida, pero que molaban todos un güevo.
Resumiendo… ¡Qué ganas de que salga ya “Entre Hembras! ¡Y de ver la portada! Se comentaba algo de una pelea en el barro…
Setlist
* RECUERDA Para ver las fotos en grande sólo hay que pulsar sobre cualkiera de ellas
Texto y fotos: 
Daniel Gimeno
LA entrevista esta de puta madre!!
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